¡El 22 de abril quedará grabado en los corazones de Andrea y Beau para siempre! En un rincón pintoresco de México, en el mágico San Miguel de Allende, se celebró una boda que combinó la elegancia, la alegría y la riqueza cultural de este destino turístico de renombre.

El escenario perfecto para este cuento de hadas moderno fue el impresionante Rancho Las Sabinas, un oasis de serenidad y belleza ubicado en las colinas de San Miguel. Con sus jardines exuberantes y vistas panorámicas, este lugar se convirtió en el lienzo perfecto para la unión de dos almas destinadas.

Detrás de cada detalle cuidadosamente planificado estaba la talentosa wedding planner, Kitzia Lanz, quien llevó a cabo una coreografía de sueños convertidos en realidad. Desde la decoración floral hasta la elección del menú, cada aspecto de la boda fue una obra maestra que reflejaba la personalidad única de la pareja.

San Miguel de Allende, no solo sirvió como escenario para este enlace, sino que también desempeñó un papel protagónico en la experiencia de los invitados. La ciudad, con su arquitectura colonial encantadora y calles empedradas, agregó un toque de romance a cada momento.

Los invitados tuvieron la oportunidad de explorar los encantadores rincones de San Miguel el día anterior con una callejoneada en el parque Juárez. 

El atardecer en Rancho Las Sabinas fue el epílogo perfecto para esta historia de amor. Mientras el sol se ponía sobre las montañas, la pista de baile se iluminaba con la alegría y la felicidad de todos los presentes. La pareja, rodeada de amigos y familiares, bailó bajo las estrellas, creando recuerdos que perdurarán toda la vida.

La boda de Andrea y Beau no solo fue un testimonio de su amor, sino también una celebración de la belleza y el encanto que San Miguel de Allende ofrece como destino turístico para bodas. Un lugar donde la historia, la cultura y la naturaleza se fusionan para crear momentos inolvidables.